Yo pienso 1:

Oportunidad vs. Oportunismo:

El pretendido debate Minería o antiminería desnuda una serie de cuestiones no resueltas en la comunidad catamarqueña y particularmente en las aledañas a la radicación de grandes emprendimientos mineros.

La abismal distancia entre una alternativa y la otra evidencia que ese debate no debe planteárselo como tal, sino discutir en serio las causales reales de esos posicionamientos.

Imaginar un mundo sin minería, o una provincia sin minería es como decirle a las provincias cuyanas que se terminó la vitivinicultura o a Tucumán que no debe plantar más o procesar la caña de azúcar. Catamarca tiene casi su setenta por ciento del territorio ocupado por montañas, y esas montañas tienen alto contenido mineralógico, los valles internos son en la mayoría conos de deyección de esas montañas, o sea, si hablamos de contenido mineral o de actividad minera sin duda que puede ser la actividad “incluyente” de loso catamarqueños.

Dije “incluyente” porque debe ser contenedora de todas las actividades productivas presentes o a desarrollarse.

Ahora bien por qué no se dio antes esta disyuntiva?El inminente inicio de las actividades del emprendimiento Agua Rica, dejó al descubierto un cúmulo de situaciones, eventos o actitudes que sinceran el verdadero trasfondo de la discusión, y surgen interrogantes como el que si las expectativas puestas en otros emprendimientos dieron indicio de la concreción de ese perfil productivo de la provincia? o, si el reclamo de algunos ambientalistas es legítimo pero ilegal?, o, si las leyes marcos regulatorias de la actividad productiva y de control ambiental, están bien o merecen alguna “actualización”?

Estos temas son temas político y deben ser tratado como tal, ojo dije político, en el sentido que comparto a rajatabla que la minería es y debe ser política de estado, en todos los niveles.

Esto no pienso desde ahora, como Convencional Constituyente Municipal, mandato cumplido, no solo me preocupé siempre de la materia, sino que me ocupé, es así que soy autor de los capítulos dedicado a reglar la competencia que debe tener el municipio en materia de minería y sobre todo en lo que se refiere al cuidado del medio ambiente y de la evaluación de impactos sobre el mismo. Siempre en el convencimiento que es perfectamente compatible la minería con toda actividad productiva.

Política de estado significa, desde mi punto de vista, que no solo el estado con competencia debe ser recaudador y administrador de las utilidades de todos los emprendimientos mineros, sino que nos convenzan, todos los días si es necesario, que a través de la intervención de los organismos contralores ambientales no se producen impactos ambientales negativos.Por lo tanto a los interrogantes de legalidad de planteos estarían enmarcados y también la legitimidad si por algún motivo se viera alterada las condiciones ambientales.

Y dirán, en ese sentido, que los controles si se hacen, pues que se publiquen, que hagan públicas convocatorias, eso da pie a que cualquiera pueda darse el lujo de decir que grandes emprendimientos como Alumbrera fue un fracaso económico o que contamina.

Sería muy bueno que alguien informe con números que cuando el país se incendiaba política, social y económicamente a fines del año 2.001 Catamarca sobrevivió a esos embates gracias a echar mano a los dineros devenidos de la actividad minera.

En esto, el marco regulatorio de controles y de distribución de la torta también vemos que tiene un protagonista excluyente, el estado nacional que se lleva en conceptos de impuestos al cheque, retención a las exportaciones, ingresos brutos y otras yerbas beneficios quince veces mayor a que la provincia y cincuenta veces mayor a la de los municipios en concepto de distribución secundaria de regalía. Sin duda que allí surge la necesidad de que la torta se reparta mejor si es que la modificación del marco recaudatorio implicara una inseguridad jurídica. En eso la situación política Catamarca-Nación debería trabajar concienzudamente.

Aquí, también es de resaltar, que surgen los oportunistas de siempre, y eso es un vicio que tenemos en el sistema. Defenestro la bedderización del tema, repudio la borocotización de los oportunistas de siempre que cuando hay planteos en contra y que le convienen adherir para pretender sumar algún votito. Y los hay y no pocos. En eso quiero ser consecuente con lo que pensé siempre cuando fui candidato en el 2003 a Intendente, propuse un rotundo SI a la minería en todas las escalas y con los métodos de explotación más convenientes y en un estricto respeto a las condiciones de vida actuales y mejoramiento de las futuras.Otros, prefirieron adherir a movilizaciones anti mineras, otros a la lucha por la ley de distribución secundaria de las regalías, pero que en el fondo eran solo eso, luchas por los “eternos NO” conservadores, o por los oportunismos del momento.

Propuse y proponía hace siete años que definamos ejes directrices delperfil productivo que Andalgalá debe tener. En el convencimiento de que la radicación de grandes emprendimientos impulsarán ostensiblemente toda la economía local y regional. A partir de ello y en una relación biunívoca impulsarseriamente la producción agrícola de la que Andalgalá puede hacer gala por sus condiciones de suelo y climáticas.

El debate no se dio, hubo una serie de ensayos, fracasaron. Hace dos años hubo un atisbo de empezarlo nuevamente, y un grupo no menor de andalgalenses coincidimos que tenemos la inmensa oportunidad y responsabilidad de apostar en serio para que el debate y las acciones se den.

Es así que a través de la Cámara de proveedores a empresas mineras se delineó una serie de acciones que desembocó en la constitución formal de la Mesa de Trabajo para el Desarrollo de Andalgalá, que reúnen a todas las cámaras existentes el medio, e incorpora a los que tienen la representación jurídica municipal en sus ámbitos ejecutivos y legislativos, aunque ahora algunos ediles pretendan desconocer su participación. Inanes oportunistas.

Se siguió en la discusión de todos los temas que hagan al desarrollo sostenido de Andalgalá. A la par crecían acciones de los que pregonan un “no rotundo” a la actividad minera. Usaron disparadores que sin duda “sensibilizaron” a una parte importante de la población. Hablaron de un Pilciao 16, que con mínimo de información echó por tierra tal patraña.

Siguieron con que el Nevado del Aconquija desaparecerá o que el agua bajará contaminada, o que las nubes de polvo invadirán Andalgalá, que el dinero proveniente de las regalías se gastó mal, que pensar a favor de la Minería es ser entregador, cipayo o que estamos coimeados por las empresas mineras, y ni hablar con los que entran en las descalificaciones hacia la honorabilidad de los declarados “enemigos del pueblo”.

Temas como estos, evidencian la aparición de “oportunistas”. Esos oportunistas que hoy nos llevan a un estado de indefensión, que no es otra cosa que una fragante violación al más elemental derecho humano reconocido internacionalmente y consagrado en nuestra constitución, esto es “que toda persona es inocente si no se demuestra su culpabilidad” hoy los que pensamos a favor de la minería somos declarados automáticamente culpables y tenemos que salir a demostrar la inocencia de cada acto o evento de nuestras vidas.

Oportunistas para los que todo vale con tal de conseguir implantar su forma de pensar. Y en eso las tribunas se trasladan al frente de algunas aulas, ámbito que debe conservar su pluralidad y respeto a los mecanismos democráticos y sobre todo republicanos. Educar al soberano, para que el soberano pueda libremente decidir, dijo alguien alguna vez. Para unos pocos la consigna es someter y dominar.

Quien puede desconocer que el reino del hombre es un trípode, vegetal, animal y mineral. Ninguno puede soslayar la existencia de ninguno de los otros. Por lo tanto, la Minería es parte nuestra, es y será y es la que nos permitirá definir el eje productivo principal de nuestra región. Pensar diferente es repetir fracasos y seguir postergándonos. Los agoreros de siempre expulsaron en los años 70 a la City SErvice hoy pretenden hacer lo mismo. Todo pueblo que olvida su historia está propenso a repetirla. Yo no seré cómplice.

Todo ello como decía en comienzo, deja de lado el tema de fondo, que no es el de Minería si o minería no. El tema es definir qué Andalgalá queremos? Lo discutamos cuando quieran y donde se quiera. Ese será el primer desafío, volver a mirarse a los ojos los andalgalenses y discutir en serio. Y buscar puntos comunes. Dejar de gritarse unos en una vereda y otros en la del frente. Definir como defender la vida, proteger el agua, como no vegetar, como crecer, como desarrollarse en serio y sostenidamente. 
Es lo que siempre pensé, es lo que siempre quise, la minería y con ella el desarrollo sostenido en un marco de estricto respecto y cuidado ambiental es la OPORTUNIDAD, no el oportunismo que sigue postergando.fhghsfhsfh